La Cultura Chavín
La cultura Chavín
se caracterizó por la gran expansión de su religión y su arte por todo
el mundo andino; es decir, su difusión fue pan-peruana. Se desarrolló
entre los siglos XIII y III a.C., siendo su centro principal el templo
de Chavín de Huántar ubicado en la confluencia de los ríos Mosna y
Huachecsa, en el Callejón de Conchucos (Ancash).
Fue descubierta en 1919 por Julio C. Tello,
quien creía que fue fundada por tribus arawacks procedentes de la selva
amazónica. Para Tello, Chavín fue la “cultura matriz” del Perú y su
origen y desarrollo fueron completamente autóctonos. En la actualidad se
le considera como la “cultura síntesis” del periodo Formativo Andino. Chavín de Huántar fue un gran centro ceremonial
que gozó de prestigio y poder durante casi mil años. Sus reyes
sacerdotes fueron expertos astrónomos a quienes acudían miles de
peregrinos (curacas, comerciantes y campesinos) cada año consultando sus
oráculos. El dios de Chavín (el jaguar) y sus modelos artísticos fueron
imitados en muchos rincones de la costa y la sierra. Sus patrones
culturales los encontramos nítidamente en grandes santuarios
contemporáneos como Kunturhausi y Pacopampa en Cajamarca, Huaca de los
Reyes en La Libertad, Sechín, Moxeque y Punkuri en Ancash, Garagay en
Lima, y Wichqana en Ayacucho. A estos templos se les conoce como
“chavinoides” pues tienen los patrones arquitectónicos de Chavín de
Huántar, por ejemplo la planta en forma de U, plazas hundidas y
esculturas con el dios jaguar.
La poderosa teocracia Chavín
desarrolló una rica y compleja inconografía religiosa donde predominan
los felinos, serpientes, halcones y caimanes. Esto se muestra en
sorprendentes esculturas como: el Lanzón Monolítico, la Estela Raimondi,
el Obelisco Tello, las Cabezas Clavas, la Estela de Yauya y la Portada
de las Falcónidas. También se muestran en su cerámica ritual (monócroma e
incisa, con asa estribo); orfebrería, como en los tesoros de
Kunturwasi; y tejido, como en el manto de Karwa. La base económica
fue la agricultura, principalmente del maíz, que se desarrolló gracias a
la construcción de obras de ingeniería hidráulica como el canal de
Cumbemayo (en Cajamarca). El declive de esta cultura es
paralelo al desprestigio y abandono de su centro principal. Es probable
que el templo de Chavín haya sido víctima de graves catástrofes
climáticas ocasionados por los “meganiños” (Fenómenos del Niño
extremos).
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