miércoles, 4 de julio de 2012

Cultura Nazca

LA CULTURA NASCA





Su descubridor científico es el arqueólogo alemán Federico Max Uhle. Se desarrolló en la costa del departamento de Ica, teniendo como centro principal a la ciudad de Cahuachi, en el valle del río Grande. Fue una sociedad de base eminentemente agrícola, a pesar de ubicarse en una de las zonas más desérticas de la costa peruana. Para poder producir sus alimentos aprovechaban al máximo el caudal de los ríos en verano, utilizando reservorios y canales. En los meses de estiaje utilizaban las aguas de la napa freática, gracias a una gran red de acueductos subterráneos conocidos como puquios.


LA CULTURA NASCA (200 - 600 d.C.)

Su descubridor científico es el arqueólogo alemán Federico Max Uhle. Se desarrolló en la costa del departamento de Ica, teniendo como centro principal a la ciudad de Cahuachi, en el valle del río Grande.

Fue una sociedad de base agrícola, a pesar de ubicarse en una de las zonas más desérticas de la costa peruana. Para poder producir sus alimentos aprovechaban al máximo el caudal de los ríos en verano, utilizando reservorios y canales. En los meses de estiaje utilizaban las aguas de la napa freática, gracias a una gran red de acueductos subterráneos conocidos como puquios.

La masa campesina estaba al servicio de una aristocracia guerrera y teocrática que residía en hermosos centros ceremoniales de forma piramidal. Ejemplos de su arquitectura en adobe las tenemos en las ruinas de Kahuachi, la Tinguiña, Tambo Viejo, Huaca Dos Palmos y Chaviña. También construían con gruesos troncos de Huarango como se muestra en La Estaquería.
                                       Vista nocturna de las ruinas de Cahuachi, en Nazca, Perú.


La élite nasquense gobernaba en nombre de los dioses, principalmente Boto (la orca) y Kon (el felino). En honor a estos dioses se realizaban complejos rituales y danzas en las Pampas de San José, Ingenio y Palpa. Son famosos los geoglifos gigantes y líneas grabados en el suelo con surcos a manera de caminos ceremoniales. Esto fue sostenido por su descubridor Toribio Mejía Xesspe en 1927. Expertos como Johan Reinard, Giusseppe Orificci y Johny Isla sostienen que en aquellas pampas se realizaban rituales y ofrendas para congraciarse con los dioses del cielo, el agua y la tierra. No se ha descartado que algunas líneas estén relacionadas con los movimientos astronómicos como sostenían Paul Kosok y María Reiche.


              
                      
 La cultura Nasca pertenece al Intemedio Temprano, también llamado periodo de los Maestros Artesanos. Como herederos de los Paracas Necrópolis, destacaron sus tejedores que hacían bellas piezas de algodón, lana y plumas. Pero donde fueron inigualables es en la cerámica pictórica. Elaboraron hermosos cantaros, vasijas y tambores con una fina decoración estilizada geométricamente y muy policromada. Sus artesanos más barrocos sentían un “horror al vacío” por lo que pintaban todas las piezas con motivos naturalistas y abstractos.Esta mística y belicosa civilización sucumbió ante el avance del Imperio Wari (siglo VII d.C.). 


lunes, 2 de julio de 2012

Cultura Mochica

LA CULTURA MOCHICA

 

 

 
LA CULTURA MOCHICA

Descubridor y cronología

La cultura Mochica fue descubierta por Max Uhle en 1901. Cronológicamente se ubica entre los años 200 y 800 d.C., en el periodo llamado Intermedio Temprano o Primer Desarrollo Regional.

Ubicación geográfica


Su foco de desarrollo inicial fue el centro ceremonial de Moche en el valle del mismo nombre, en La Libertad (Costa Norte del Perú). Aquí se construyó la famosa Huaca de la Luna donde se adoraba al dios Aí-Apaec y gobernaba un poderoso Cie-Quich, máximo jefe religioso y guerrero.







                                            Guerreros mochicas en una danza ritual.

 Organización política


Al desarrollarse esta cultura se conformó una confederación de señoríos mochicas en los valles de La Libertad, Lambayeque y Ancash. Cada una era dirigida por un Cie-Quich ayudado por poderosos curacas llamados alaec. Los centros más importantes fueron Moche y Galindo en La Libertad y Pampa Grande en Lambayeque.


Arquitectura

En toda la costa norte se construyó grandes pirámides escalonadas de adobe, las que funcionaban como templos, centros administrativos y comerciales. Las más importantes fueron:

En la Libertad: Huaca de la Luna, Huaca del Sol, Huaca Cao Viejo (en el complejo El Brujo), Pacatnamú, La Mina y San José de Moro.
En Lambayeque: Huaca Rajada de Sipán.
En Ancash: Pañanmarca.


Ingeniería hidráulica



El desarrollo de estos complejos sagrados estuvo basado en la producción agrícola, la misma que fue posible por la construcción de una gran red de construcciones hidráulicas, donde destacan el canal de La Cumbre, el acueducto de Ascope y la Represa de San José.


Cerámica

Artísticamente, lo más notable de esta cultura es su producción alfarera. Es muy bella su cerámica escultórica y realista donde representan rostros humanos (huacos retratos), personas enfermas (huacos patológicos), escenas sexuales (huacos eróticos). También son notables sus cantaros pictóricos con una rica iconografía de su vida cotidiana (huacos documentales). Sus huacos tiene decoración bícroma y el asa estribo.
                                                     Huaco erótico de la cultura Mochica

Muralismo y orfebrería



Otros aspectos notables de su arte son el muralismo y la orfebrería. Los murales más famosos son la Rebelión de los Artefactos, el Mural de Aí-Apaec y la Danza de los prisioneros. Las muestras orfebres más importantes pertenecen al Señor de Sipán, un poderoso Cie-Quich de Lambayeque del siglo V d.C. Su tumba fue descubierta cientificamente en la Huaca Rajada, por Walter Alva en 1987. También es importante el hallazgo de la Señora de Cao, descubierta en el 2006 por Regulo Jordan en la Huaca Cao Viejo del Valle de Chicama (La Libertad).

Escritura pallariforme
Finalmente, destacamos la probable escritura incisa y pintada en pallares que, según Rafael Larco Hoyle, usaron los mochicas (escritura pallariforme) . Para Julio C. Tello, los pallares marcados son solo fichas de juegos usados por sacerdotes y guerreros. 


Cultura Tiahuanaco

LA CULTURA TIAHUANACO

 

 

                           La Portada del Sol en las ruinas de Tiahuanaco, Bolivia.

 Es una de las civilizaciones más importantes de América pre-hispánica. Se desarrolló en la meseta del Collao y su centro principal fue la ciudad sagrada de Taipicala, a 18 kilómetros al sureste del Lago Titicaca.

Fue una sociedad gobernada por una casta teocrático-militarista, la que dirigió un estado expansivo y colonizador en los Andes del Sur. Al concentrarse en una región de clima muy frío los tiahuanaquenses desarrollaron principalmente la agricultura de altura (papa, olluco, quinua) y la ganadería de camélidos (alpacas y llamas). Además se empeñaron por fundar y controlar colonias enclavadas en diferentes pisos altitudinales. Este control de pisos ecológicos les permitía abastecerse de una variedad de recursos que en el altiplano no se podían producir. Es así que del piso Chala provenían las cosechas de algodón y muchos recursos marinos. Del piso Yunga obtenían abundantes frutales, de la Quechua variedades de papa y maíz, y de la Rupa Rupa, coca y madera.

                                                  Monolito Bennet, en Taipicala o Tiahuanaco.
  
    Su dios principal fue Wiracocha o dios de la Varas, el mismo que fue representado en la famosa Portada del Sol. Esta es la pieza escultórica más destacada de Tiahuanaco. Otras muestras de su excelente tallado en la piedra son el monolito Bennet de 7. 3 metros de altura y el monolito Ponce de 3.5 metros.

En su capital, Taipicala, son célebres el Palacio de Kalasasaya, la pirámide de Akapana y el Templete semi subterréneo. En estas edificaciones se utilizaron grapas de cobre que mantenían las piedras labradas sólidamente unidas ante cualquier terremoto. Otras edificaciones menos conservadas son Quericala, Putuni y Pumapunco.

En sus grandes ceremonias religiosas utilizaban bellos vasos polícromados en forma de Kero y abundantes zahumadores llamados pebeteros.

Un avance notable de esta cultura es el uso del bronce, aleación de cobre y estaño, en la elaboración de diversos intrumentos para la élite.

Mención aparte merecen los waru waru o camellones, las famosas chacras elevadas con canales circundantes que protegían los cultivos de las inundaciones y de las heladas del Altiplano. También cultivaron en terrazas agrícolas llamadas andenes.

Según el etnohistoriador Waldemar Espinoza Soriano, cuando Tiahuanaco era asolado por las constantes sequías del siglo XII d.C. llegaron desde el sur miles de pastores seminómades que después de muchos guerras destruyeron Taipicala y se asentaron en toda la meseta del Collao. Se trataba de los aymaras que se dividieron en varios reinos como el Colla, el Lupaca y el Pacaje.     

 

Cultura Paracas

LA CULTURA PARACAS






Durante el ocaso de Chavín (periodo Formativo Final) surgieron diversas culturas regionales como Salinar (Trujillo), Vicus (Piura), Pucará (Puno); y, la más importante, Paracas en Ica.

La Cultura Paracas fue reconocida en 1925 por Julio C. Tello, cuando excavó en el cementerio Cerro Colorado, encontrando tumbas en forma de botella con muchos fardos que contenían momias con cráneos deformados y trepanados (Fase Paracas Cavernas). Dos años más tarde, el mismo arqueólogo descubrió el cementerio de Warikayán con tumbas rectangulares y momias cubiertas con finos mantos bordados (Fase Paracas Necrópolis). El arqueólogo Cristof Makoswki sostiene actualmente que esta última fase debe ser denominada Cultura Topará.




 Esta civilización es más conocida por sus prácticas funerarias, sin embargo también nos ha dejado grandes templos piramidales de adobe como el de Animas Altas, la Huaca Soto, Huaca Alvarado y Huaca Santa Rosa. En el 2006 se descubrío la ciudadela de Pernil Alto.

Paracas fue gobernada por una aristocracia teocrática sostenida por un incipiente militarismo. La base social la conformaban los agricultores y pescadores que ofrecían ofrendas y trabajos para sostener el culto a Kon, dios del agua.

Desde el punto de vista artístico, el logro más destacado fue el tejido, sobretodo en la fase Paracas Necrópolis. Afortunadamente muchos de sus bellos mantos policromados han sido rescatados y restaurados. Ellos muestran bordados con sus dioses, sacerdotes, danzas y rituales.






Su cerámica, en la fase Cavernas, es polícroma con pintura post-cocción (pintura “fugitiva”) ; mientras que es monócroma con pintura pre-cocción en la etapa Necrópolis.

Recientemente, el arqueólogo Johny Isla ha descubierto líneas y geoglifos de esta cultura en las pampas de Palpa; son varios siglos más antiguos que los de la Cultura Nasca, que fue su heredera directa en el periodo Intermedio Temprano.

jueves, 28 de junio de 2012

cultura chavin



La Cultura Chavín


La cultura Chavín se caracterizó por la gran expansión de su religión y su arte por todo el mundo andino; es decir, su difusión fue pan-peruana. Se desarrolló entre los siglos XIII y III a.C., siendo su centro principal el templo de Chavín de Huántar ubicado en la confluencia de los ríos Mosna y Huachecsa, en el Callejón de Conchucos (Ancash). 
 Fue descubierta en 1919 por Julio C. Tello, quien creía que fue fundada por tribus arawacks procedentes de la selva amazónica. Para Tello, Chavín fue la “cultura matriz” del Perú y su origen y desarrollo fueron completamente autóctonos. En la actualidad se le considera como la “cultura síntesis” del periodo Formativo Andino. Chavín de Huántar fue un gran centro ceremonial que gozó de prestigio y poder durante casi mil años. Sus reyes sacerdotes fueron expertos astrónomos a quienes acudían miles de peregrinos (curacas, comerciantes y campesinos) cada año consultando sus oráculos. El dios de Chavín (el jaguar) y sus modelos artísticos fueron imitados en muchos rincones de la costa y la sierra. Sus patrones culturales los encontramos nítidamente en grandes santuarios contemporáneos como Kunturhausi y Pacopampa en Cajamarca, Huaca de los Reyes en La Libertad, Sechín, Moxeque y Punkuri en Ancash, Garagay en Lima, y Wichqana en Ayacucho. A estos templos se les conoce como “chavinoides” pues tienen los patrones arquitectónicos de Chavín de Huántar, por ejemplo la planta en forma de U, plazas hundidas y esculturas con el dios jaguar.
 La poderosa teocracia Chavín desarrolló una rica y compleja inconografía religiosa donde predominan los felinos, serpientes, halcones y caimanes. Esto se muestra en sorprendentes esculturas como: el Lanzón Monolítico, la Estela Raimondi, el Obelisco Tello, las Cabezas Clavas, la Estela de Yauya y la Portada de las Falcónidas. También se muestran en su cerámica ritual (monócroma e incisa, con asa estribo); orfebrería, como en los tesoros de Kunturwasi; y tejido, como en el manto de Karwa. La base económica fue la agricultura, principalmente del maíz, que se desarrolló gracias a la construcción de obras de ingeniería hidráulica como el canal de Cumbemayo (en Cajamarca). El declive de esta cultura es paralelo al desprestigio y abandono de su centro principal. Es probable que el templo de Chavín haya sido víctima de graves catástrofes climáticas ocasionados por los “meganiños” (Fenómenos del Niño extremos).